miércoles, 4 de marzo de 2015

SONES DE TARIMA


 
  
TIXTLA DE GUERRERO, GRO.
TIXTLA:  TIERRA DE HÉROES.
 
                        Este municipio tiene una superficie de 339 kilómetros cuadrados y se encuentra situado a 1445 metros sobre el nivel del mar.
 
Esta población vio nacer al Consumador de la Independencia Nacional, General Vicente Guerrero,  el maestro de la Juventud Don Ignacio M. Altamirano, a la Insurgente Antonia Nava de Catalán, al inspirado músico y compositor Margarito Damián Vargas y el Profr. Adolfo Cienfuegos y Camus, de entre muchos otros hombres valiosos que ha dado esta tierra pródiga.
 
Del significado del nombre Tixtla, se tienen varios aceptables significados etimológicos, el primero y más difundido, dice que se integra en dos vocablos náhuas TEOXTLALI que quiere decir “masa para tortillas” TEOIXTLAN que quiere decir “templo junto al agua”.  Otros afirman que TEOIXTLAN significa “espejo de Dios”, otras más sostienen que es una adulteración de la palabra azteca, que debió ser TEHUIXTLA que significa “Huizachera o espinal”.
 
REGIONES GEOGRÁFICAS
 
Tradicionalmente se ha dividido al estado en seis Regiones Geográficas que también puedan considerarse como regiones económicas e históricas, estas regiones son: La Tierra Caliente, el Norte, el Centro, la Montaña, la Costa Grande y la Costa Chica.
La Región Centro ocupa una zona montañosa con pequeños valles.  El clima es semicálido con régimen de lluvias en verano y temperatura medio anual de 25ºC. Una parte de esta región tiene clima templado sub-húmedo, con verano fresco y precipitación medio anual de 1,172 mm.  En esta región se ubica la ciudad de Tixtla de Guerrero; el título de Ciudad se le concedió el 17 de septiembre de 1824, recordemos que la población llevó el nombre de San Martín Tixtlancingo, pero al correr de los años los habitantes optaron por llamarle simplemente Tixtla.
 
EL SON
 
El Son es género musical estrechamente ligado al baile no a la Danza Ritual del indígena, sino al baile social.  El baile es de pareja y expresa siempre, el coqueteo entre varón y mujer.  Salvo algunas figuras coreográficas, el baile del son es suelto, es decir, las parejas no se tocan.   Suele bailarse sobre tarimas que sirven de caja de resonancia al zapateo.
La estructura del son: fuera de algunas excepciones, el son combina partes puramente instrumentales con partes cantadas. La poesía cantada en los sones está compuesta de coplas.  La Copla es un breve poema que encierra dentro de si una idea completa.  Los contenidos de las coplas son, en su mayoría amorosos, pícaros y un grupo muy numeroso de coplas se refiere a los animales; que en algunos  casos los bailadores interpretan imitando el movimiento de éstos.
La longitud es variable en cada son; no hay normas que establezca en número de coplas con su interludio para zapatear.
La única norma que se ha ido perfilando es la comercial, que reduce la interpretación de un son a tres minutos aproximadamente, que era el tiempo que duraba un disco de 78 rpm. la realidad en vivo, no tienen límite.
Rara vez el intérprete del son es un músico solo; suele ser un conjunto de tres a siete intérpretes.  Todos tocan algún instrumento y generalmente todos cantan.
El son se transmite por tradición oral, cuando se ha querido reglamentar, muere la creatividad y el resultado son obras de escaso valor estético.
La antigüedad no implica una inmutabilidad de la música por el contrario, la tradición musical es generalmente dinámica.
El son ha subsistido porque tiene vigencia y popularidad en la comunidad donde se interpreta; si no fuera así, hubiera muerto nuestra música
El son es interpretado, primordialmente  por instrumentos de cuerda y percusión.
Al igual, que el jarabe, el son en tiempos de la colonia, fue prohibido; con el advenimiento de la Independencia cesó tan severa censura y los sones afloraron libres.
Como ya vimos, el “son” deriva de los “sonecitos de la tierra” que son una evolución de cancioncillas españolas que llegaron a México durante los siglos XVI y XVII.
Los “Sonecitos de la Tierra”, se extendieron a finales del siglo XVIII por todo el país, llegando inclusive a la Costa Chica de nuestro estado, donde contribuyeron a dar origen a los sones costeños llamados “sones de artesa”.
El lugar donde nacieron los “sones de artesa” fue la Costa Chica, en especial en la población de Cruz Grande, casi seguramente a mediados del siglo XIX, o un poco antes, tiempo en que los marineros chilenos y peruanos trajeron las “cuecas” y “marineras” que en México conocemos con el nombre de “chilenas”.  Los “sones de artesa” son el resultado de la combinación de estas “chilenas” con el “son mexicano” y bailes y danzas tribales africanos llevados por los esclavos negros que, escapando del yugo de los españoles del centro del país, en tiempos de la colonia, se refugiaron en las costas guerrerenses, muy semejantes a sus cálidas tierras de origen.
De las danzas  y bailes de los negros los sones de artesa tomaron el clásico redoble africano y el uso del tapeo en el arpa por el que fue sustituido el tambor original.  Las “Chilenas” aportan la utilización de los descansos y paseos y el uso del pañuelo que en México se denomina paliacate; mientras que de éstas y el “son” mexicano, toma el zapateado.  El “Son” mexicano cede también el uso de los instrumentos de cuerda para su interpretación.
Los “sones de artesa” deben su nombre a que eran ejecutados por los bailadores en una canoa llamada “artesa” que se colocaba boca abajo sobre cuatro o seis soportes de madera que eran apoyados en sus extremos sobre dos montículos de arena, con la finalidad de formar una caja de resonancia de muy buena calidad.
Sobre la artesa colocada como se describió, subía a bailar solamente una pareja descalza, ya que las dimensiones de la misma no permitían más.
Los bailadores ejecutaban con pisadas fuertes y complicadas, la melodía que se les tocaba.   El sonido de percusión que producía la pareja,  aumentado por la resonancia, podría  oírse bastante lejos.
Es de suponer que casi  al mismo tiempo que surgieron estos sones de artesa fueron llevados a Tixtla, ya fuera por los arrieros que comerciaban con la Costa Chica o por los propios costeños que acudían a Tixtla durante el mes de septiembre para asistir a las festividades religiosas de la Virgen de la Natividad.  Los nativos de la Costa Chica llevaban desde su tierra artesa, al frente de la iglesia en el atrio y en honor de la Virgen de Tixtla bailaban durante varias noches.
Al ver y conocer los tixtlecos los sones de artesa los adoptaron y empezaron a bailarlos, imponiéndoles su propio estilo.  Esto debió haber ocurrido a mediados del siglo XIX o un poco después, ya que algunos ancianos de Tixtla comentan que vieron bailar a sus padres y a sus abuelos estos sones.
Ya en Tixtla los “sones de artesa” cambiaron su nombre por el de “sones de tarima”, debido a que, como en esta ciudad no se practica la pesca y, por lo tanto, no existían canoas, éstas fueron substituidas por tarimas de madera que producían un sonido similar.
Tomando como modelo los sones importados, los compositores tixtlecos iniciaron la producción local de melodías.   Destacan entre ellos Don Anastasio Ramírez con “El Grano de Oro” y la música de “El Valiente”; el maestro Raúl Isidro Burgos con la letra de esta última; los señores Juan Dircio, Eduardo Gallardo (de Cruz Grande), y Eugenio Hernández son, entre muchos autores, compositores y arreglistas de un sinnúmero de melodías.
Las principales características de el son Tixtleco son:
1) Es música alegre y profana típicamente mestiza, ya que no tiene ninguna influencia indígena.  Se interpreta en reuniones sociales, en fiestas familiares y en lugares públicos al aire libre como en las plazas y atrios de las iglesias.
2) Está estrechamente ligado al baile de parejas que propicia el coqueteo entre hombre y mujer.  Cuando se ejecuta el baile las parejas no se tocan entre sí.
3) Como todo “son”, combina partes instrumentales con partes cantadas.  En pieza con una introducción musical llamada “paseo” a la que sigue una copla, durante la cual los bailadores ejecutan diversas figuras coreográficas (cruces, medias vueltas, vueltas completas y giros) en las que el hombre redobla y la mujer zapatea.  Después va un interludio instrumental en el que algunas parejas solamente zapatean y se desplazan lateralmente o de frente a lo largo de la tarima.  Y así sucesivamente se alternan coplas e interludios musicales hasta terminar la melodía con un “remate”.  El ritmo es 6/8.
4) La poesía cantada está compuesta de coplas con ideas completas que tienen de seis a diez versos con un número variable de sílabas, generalmente octosilábicos.
El contenido da las coplas son de tipo amoroso en su mayoría o descriptivo y, frecuentemente, llenos de picardía como “India del Alma” (“La India”), “La Manzana”, “Los Maripositas”, “La Mariquita”, “La Negra” “Vapor Chileno”, “Las Pelonas”, “La Resbalosa”, “Tixtlequita”,  etc.
Otras como “la camisa” no tienen un tema definido.  Un grupo muy numeroso de sones se refiere a animales cuyos movimientos son imitados por los bailadores.
En “el zopilote” el hombre se inclina doblando las rodillas  hasta alcanzar con la boca las puntas del rebozo que la mujer sostiene por atrás con las dos manos, a la altura de la cintura.  Apoyando en la planta de los pies el bailador da pequeños saltos laterales a ritmo de la música, al mismo tiempo que con los brazos imita el movimiento de las alas del zopilote; ya sea de atrás hacia delante o de arriba hacia abajo, alternadamente.
En “la Iguana” el hombre se baja de la tarima y, apoyándose en pies, rodillas y manos imita el movimiento de las Iguanas al tiempo que va realizando los movimientos que dice el verso: se menea, abre la boca, se sube al palo, busca su cueva, se mete en ella.   La mujer mientras tanto, zapatea vigorosamente.
En “el Pato”, considerando por algunos como “Patada” y por otros como “el son”, tanto el hombre como la mujer acercan sus rostros alternadamente  a la derecha e izquierda al tiempo que inclinan sus cuerpos, mientras que apoyan las manos en la cadera.  Según cuenta Doña Andrea Moctezuma esta forma de bailar “el pato” es nueva, en sus tiempos, al cantarse la copla, la pareja se colocaba hombro con hombro y  de frente, con el brazo próximo a su pareja levantando y, sosteniendo el pañuelo o la punta del rebozo, se desplazaban a lo largo de la tarima.
En “el gato” ambos bailadores figuran con las manos un par de zarpas con las que tratan de arañarse mutuamente.   Otros sones con nombres de animales son “la calandria”, “el cuervo”, “la culebra”, “la chachalaca”, “el gallo plateado”, “la periquito”, etc.
La mayoría  de los sones se canta con un estribillo que se va repitiendo entre copla y copla.
5) Como todos los sones algunos versos de la copla se repiten para dar uniformidad a la estructura musical.  Es así como la copla:
 
Zopilote ¿de ´onde vienes?
- yo vengo de la cañada,
comites caballo muerto
¡malhaya tu cochinada!
al ser cantada se convierte en lo siguiente:
Zopilote ¿de ´onde vienes?
zopilote ¿de ´onde vienes?
-          yo vengo de la cañada,
-          yo vengo de la cañada:
comites caballo muerto,
comites caballo muerto
¡malhaya tu cochinada!
Zopilote ¿de ´onde vienes?
 
LA “ZAMBA”
 
Este género está estrechamente ligado con la chilena costeña.  En efecto, la zamba, como música y danza es originaria de Chile y Argentina, que al fusionarse con la “cueca chilena” dieron origen a la “samacueca” y a la “marinera” de nacionalidades Peruana y Chilena que fueron traídas a Acapulco por los marineros Chilenos a mediados del siglo XIX.  La zamba, en sus países de origen es de movimiento lento y se escribe en compás de 6 por 8.  En Tixtla se escribe 3/4 y 6/8.
Al arribar la zamba a Tixtla, vía la costa chica, se modifica y adquiere características propias al agregársele zapateos vigorosos en algunas partes de las coplas.
La zamba Tixteca se inicia con un “paseo”. Sigue después un zapateo vigoroso aportación del “son” al compás de la copla.  Después, dentro de la misma copla, se hace un paseo con cruce lento que es recuerdo de la zamba y por último otro zapateo con el que finaliza la copla.  Entonces se produce un silencio que hace pensar que no seguirá la música; sin embargo, pronto se inicia otra copla a partir del “paseo” el uso del paliacate y del rebozo que algunas parejas ejecutan son influencia clara de la zamba.  En estas melodías, salvo el paseo, toda la ejecución es cantada lo que, en otras cosas, diferencia a la zamba del son.  Ejemplos de la zamba son “la zamba Chucha” y “el toro”.
EL “PALOMO”
El “palomo” es un variante del son tradicional, que en Tixtla tiene la característica de que excluye el “paseo”, formándose solamente de una combinación de redobles y pisadas alternadas que van enlazando a lo largo de toda la melodía.  Se trata de una canción de ritmo vivo en la cual la pareja ejecuta rápidos giros y cruces en la parte cantada, mientras que en la parte instrumental se conserva el paso en el lugar o se realiza desplazamientos laterales y de frente.  Estas evoluciones son imitaciones de los movimientos del cortejo de estas aves.  El único palomo que existe en Tixtla es precisamente “el palomo”.
 
“JARABES O ZAPATEADOS”
 
Son piezas musicales de muy corta duración  (unos veinte segundos) que se tocan antes de iniciar un son.  Es así como en ocasiones precede a “El Gato”, a “La Camisa” a “La Iguana”, a “La Calandria” o a cualquier otro son.  El jarabe está compuesto de dos partes una introducción instrumental durante la cual se ejecuta un paso compuesto en el hombre; y en la mujer un redoble utilizando como base el tacón derecho.  Al iniciarse la copla se cambia por un paso sencillo que se mantiene hasta que otra parte instrumental marca el final, que se ejecuta con un remate.  Generalmente se bailan dos de estos “zapateados” con versos distintos, quedando un pequeño silencio entre ambos.  La música siempre es la misma, existiendo una gran cantidad de coplas que se adaptan a la melodía, de acuerdo el gusto de quien canta.
 
“ARRANCAZATES O CHAMARREADOS” 
Se trata de una introducción de tan corta duración como el “jarabe”; solamente que ésta precede a las “zambas”, como “La Zamba Chucha” y “El Toro”.   Al igual que el “zapateado” está formado de dos partes: la introducción instrumental  y la copia propiamente dicha.   Durante toda su ejecución se conserva el mismo paso, que es un zapateo muy pegado al piso (de ahí su nombre) en el que se combinan pisadas alternadas y golpes dados con el pie derecho.  La música de todos los “Chamarreados” es la misma en todas las ocasiones, variando únicamente la letra de las coplas, de las que casi siempre se cantan dos, separadas por un silencio.
Los “sones de tarima” se ejecutan dentro de la sala de una casa particular cuando se trata de una fiesta familiar, como un bautizo, una boda, un cumpleaños o un onomástico.   En el día a celebrar, los amigos y parientes del festejado acuden a su domicilio para felicitarle, cantando “Las Mañanitas Guerrerenses” y “Los Papaquis” llevando como “cuelga” los regalos más apreciados y característicos de la región, que son las cadenas de cempasúchil, las cuales colocan en el cuello del festejado y posteriormente en las paredes de la casa.  Éste, correspondiendo el obsequio invita a sus amigos a pasar a su casa donde les ofrece carrizos con mezcal, que beben a su salud.  El “fandango” se inicia al colocar la tarima en el centro de la sala, los músicos empiezan a tocar y las parejas, por turnos, suben a la tarima para interpretar las melodías que se les tocan o ellos piden.
En la celebración  religiosa de la Virgen de la Natividad se llevan a cabo la víspera del 8 de septiembre a un costado del Santuario; así como el 15 de mayo, día de San Isidro Labrador, en las calles cercanas a la iglesia del barrio del mismo nombre; el 31 de mayo en el Santuario, culminación de los festejos a la Virgen;  el 25 de Julio día del Señor Santiago, en el barrio de ese nombre; el 18 de octubre día de San Lucas, en las calles aledañas a la iglesia de este barrio y el 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe en la Capilla de la Villita.  También se ejecutan en diversas fiestas cívicas como el 9 de agosto, día del natalicio de Don Vicente Guerrero, nativo de este lugar.
En estas ocasiones la tarima es instalada en una parte despejada de la plaza o del atrio de la iglesia.  Hasta ahí se acerca la gente del pueblo para participar en el “fandango”, ya sea bailando o presenciando la fiesta, la cual se desarrollo desde las seis de la tarde o siete de la noche hasta ya entrada la noche.
La tarima está hecha generalmente de madera de pino y tiene medidas más o menos fijas, que son las siguientes: dos metros de largo, un metro de ancho y 30 centímetros de altura.   A los costados lleva unas perforaciones que tienen como finalidad amplificar el sonido que produce la pareja al bailar.  En la parte de debajo de algunas tarimas se fijan con armellas varias argollas dispuestas en pares, las que al chocar entre sí dan otro agradable sonido metálico al zapateo.  Antiguamente se colocaban cuatro manojos de cascabeles.
El “Tarimero” o bailador de tarima  e un tipo muy fachoso, posturiento, ágil y cadencioso, sin que por ello pierda su característica varonil, que al realizar sus bailes hace una serie de movimientos libres, acompasados y rítmicos.   Tiene una gran resistencia, ya que zapatea por muy largo rato sin demostrar fatiga.
Don Juan Cervantes contaba que “hace muchos años había unos bailadores tan alegres, ágiles y espectaculares  que, al fandanguear, llevaban el ritmo, primero con los codos, para lo cual se tiraban boca arriba sobre la tarima, luego, se tendían  boca abajo para llevar el ritmo con las rodillas, para terminar de pie zapateando airosamente”.  De entre las mujeres todavía se recuerda a Doña Andrea Moctezuma cuando ejecutaba los sones con una botella en la cabeza y entre los hombres es digno mencionarse a Don Esperanza Vega Escobar, quien en su juventud bailaba “El Zopilote” sosteniendo con la boca a un niño pequeño del cinturón, simulando que estaba sujetando carroña.
Una característica de los sones es el contra ritmo que se escucha al combinarse los pasos del hombre y de la mujer, ya que el de cada uno es diferente; el varón, además de zapatear, ejecuta diversos redobles que va intercalando cuando la música se presta para ello, mientras que la mujer únicamente zapatea.
En “El Palomo”, tanto el hombre como la mujer redoblan, pero mientras el primero lo hace de punta talón, la segunda lo realiza de talón punta.
Los hombres llevan la mano izquierda atrás de la cadera y en la derecha un paliacate rojo, las mujeres doblan a lo largo su rebozo y pasándolo atrás de la cadera, lo enredan en ambos brazos; con la mano derecha levantan la punta a manera de pañuelo mientras que con la izquierda alzan un poco la falda.
“EL CONJUNTO MUSICAL”
 
La música de la Costa Chica pasó, junto con el baile, a su nuevo asentamiento en Tixtla.   El conjunto musical que allá existía también se formó en esta ciudad.  Estaba compuesto por un arpa, una vihuela de cinco cuerdas de tripa de gato, una jarana del tipo de guitarra chica con cuerdas de tripa sin joroba, un güiro y el tapeo en el arpa.   Posteriormente el tapeo sobre la caja del arpa fue sustituido por una caja de tapeo.   Esta caja de tapeo es un cajón hecho de madera, cerrado por todos sus lados, excepto por el de abajo, con perforaciones en los costados para darle mayor resonancia.   Los “Tapeadores” (ejecutantes de la caja de tapeo) la percuten con la palma de las manos y en algunas ocasiones usan un pedazo cuadrado de madera en la mano izquierda, para que el sonido sea más fuerte aún.  La utilización de la “caja de tapeo” es exclusiva de las tierras guerrerenses, no encontrándose en otras partes del país donde se toca el son.  Con el paso del tiempo la participación del arpa en el conjunto se fue perdiendo por falta de buenos “arperos”; fue por eso que un nativo de Tixtla, el General Eusebio González Saldaña, interesado en que no se extinguiera este instrumento en el conjunto tixtleco, trajo a esta ciudad a un gran arpero, Don Eduardo Gallardo, oriundo de Cruz Grande, para adiestrar en el grupo de la Delegación Regional de Charros y a las personas que lo desearan.  El señor Gallardo permaneció en Tixtla varios años, logrando revitalizar enormemente el conjunto musical tixtleco.
Actualmente los instrumentos que integran el conjunto son dos vihuelas, una caja de tapeo y, en ocasiones, un arpa.  El instrumento melódico es el arpa, que contrapuntea el canto; y los instrumentos a la vez armónicos y rítmicos son las vihuelas o jaranas y la caja de tapeo. Las melodías son siempre cantadas a dos voces.   La primera se encomienda a un tenor que también destaca como voz solista y, la segunda es ejecutada por un barítono llamado segundero.
Entre los conjuntos más conocidos podemos mencionar “Los Azohuastles” y “El As del Sur y Fandanguero”.
Grandes “tarimeros” (bailadores de tarima) han sido Valeriano Moctezuma, Tacho Ramírez, Don Esperanza Vega Escobar, Daniel Vargas, Adolfo Bernal “El Chato”, Melchor García Reynoso, Mario y Pablo Peñalosa, Poli Basílico, Arturo Basílico, Albina Alcaraz de Moctezuma, Isaura Ramírez de Castrejón, Andrea Moctezuma y Alcaraz de Bernal, entre muchos otros.
 
“EL VESTUARIO”
 
Desde mediados del siglo pasado hasta la tercera década del presente, el varón utilizó el siguiente atuendo:  calzón muy amplio de manta cruzado al frente, con cintas de la misma tela que servían para sostenerlo, atándolo a un costado de la cintura, con una bolsa frontal del lado derecho.  El cotón era cerrado, muy amplio, con bata y sisa, sin cuello, una bolsa al frente y mangas muy anchas de puño. Algunos cotones tenían pequeñas y cortas alforzas a partir del hombro.
Para bailar usa botín negro y coloca alrededor del cuello un paliacate colorado que ata al frente.   Usa en las ocasiones especiales el “sombrero de palma de San Luis”, de dos o cuatro “pedradas”, que es elaborado en la población costeña de San Luis Acatlán y del diario el sombrero de palma  de la región.
La indumentaria que se describió fue utilizada con profusión hasta el  año de 1925, fecha en que a causa de un edicto del prefecto de aquella época que lo prohibió, fue cayendo poco a poco en desuso.  Sin embargo, en los pueblos, cuadrillas y rancherías aledañas a Tixtla, y aún en ésta, todavía es posible encontrar actualmente el cotón y el calzón a que nos hemos referido.
Actualmente, por la influencia europea, los hombres usan pantalón de dril ancho, de colores neutros (café, gris, azul oscuro, azul gris), o blanco y camisa blanca común de manga larga, muchas veces con los faldones atados al frente a la altura de la cintura.
Si bien la vestimenta masculina sufrió muy pocos cambios desde mediados del siglo XIX, la femenina en cambio, ha ido evolucionando con el transcurso del tiempo, debido principalmente por influencia de la moda.
A fines del siglo XIX y a principios del XX, según se desprende de las fotografías de la época consultadas, el traje femenino mestizo estaba formado por “saco” y falda.  El “saco” era una blusa holgada, ajustada a la cintura por medio de un recogido o plegado, con faldón de corte semicircular o recto.  El cuello era redondo, sin escote y la manga larga y amplia.   Se adornaba con alforzas, listones y “bolillo” formando diversas figuras.   La falda era muy amplia, hasta el tobillo o hasta media pierna, con adornos similares a los de blusa, botones de adorno a la cadera y “cordón barredor” en su extremo  inferior.  La tela que utilizan  para la confección de este traje era el brocado de satín o tafeta de colores oscuros y brillantes (rojo vino, azul cobalto, verde o negro) o de popelina estampada o bien, de una combinación de ambas.  Calzaban botín de lona o carrete con botones laterales, el imprescindible rebozo de color oscuro de chilapa y, completando, aretes y collares de oro elaborados principalmente con monedas.   El pelo, siempre largo era peinado en dos trenzas colocadas a la espalda o alrededor de la cabeza y adornadas con listones de colores.  Las muchachas más humildes usaban  vestido de una pieza con poco escote y de mucho vuelo, manga corta o tres cuartos hechas de tela floreada o lisa de vivos colores, adornado con ampliaciones de tela bordada.   Complementaban su atuendo con huaraches o zapato bajo, rebozo chilapeño y adornos consistentes con collares y aretes de ámbar o de otro material.  Según nos cuenta Doña Petra Alcaráz era muy importante llevar bajo la falda un fondo muy elegante llamada “enagua blanca”, hecho de popelina y muy adornado con “punta de bolillo” y alforzas, el cual se estaba  por medio de cintas a la cintura, ya que al bailar se levantaba las faldas y dejaba ver esa prenda que debía desmerecer en elegancia al vestido.
El vestido se hace veinte o treinta  años  estaba formado por una blusa de escote cuadrado formado por cuatro tiras rectangulares de tela enfrente,  atrás y sobre los hombros.   A los rectángulos frontal y posterior se cose un cuerpo cuadrado formando muchos pliegues.  Se añaden pequeñas mangas que consisten en otros rectángulos de tela y un cuadrito debajo de la axila,  para dar amplitud de movimiento.  El escote, la bocamanga y las pequeñas mangas serán bordadas como profusión, ya sea a mano o a máquina.  En ocasiones se adornaba también con alforzas , deshilados y bordados de cualquiera.  La falda era muy amplia, larga, confeccionada de tela lisa o estampada, adornada con alforzas y un holán.  Calzaban huarache o zapato de tacón bajo.
Otro modelo de vestuario utilizado para bailar el son de tarima consiste en:
Mujer: Falda amplia de algodón, estampado en flores pequeñas en colores discretos, que remata la parte baja con un holán, su blusa es de tela fresca en color blanco sin mangas con cuello redondo y un holán alrededor  de éste; calza zapato y acompaña todo su atuendo con su reboso o en sustitución de este con un paliacate como se usa actualmente, su cabello puede ser peinado con dos trenzas al frente, dos trenzas amarradas atrás  o con el llamado molote y usa aretes.
Hombre: Pantalón y camisa blanca (en sustitución del cotón y calzón de manta) cinturón, paliacate, sombrero costeño y calza botines. 
Actualmente sólo conservan tanto el hombre como la mujer el paliacate y tratan de cuidar que la mujer asista al fandango con vestido y el hombre con sombrero, paliacate y botín.
B  I  B  L  I  O  G  R  A  F  Í  A
 
Ochoa Campos, Moisés.  Historia del Estado de Guerrero.
Librería Porrúa Hnos. y Cía., S.A., México, 1968.
Partido Revolucionario Institucional, Guerrero.  Talleres Gráficos de la Nación. Paucic, Alejandro W.  Geografía General del Estado de Guerrero.
Fonapas Guerrero, Gobierno del Estado, Chilpancingo 1980.
Monografía Estatal S.E.P. Gobierno del Estado  su amate de mar y montaña.
XIII Congreso Nacional para Maestros de Danza del I.I.D.D.N. Tixtla, Gro.  Julio de 1984.
XXIII Congreso Nacional de Maestros de Danza de la A.N.M.D.P.M.
Iguala, Chilpancingo, Tixtla, Acapulco, Diciembre, 94.
Esplendor del México antigüo.
Edit. Valle de México.
La música popular en México, las reliter, panorama Editorial México.
Historia de la Danza.
Francisco Javier Sánchez López, imp. citlali Aguascalientes México.
 
Informantes:
Profr. Albino López Nava
Profr. Miguel Ángel Olivares Carreón
Profr. Antonio Zamilpa Flores
Profr. Víctor Marroquín Cristóbal
Profr. Adrián Cronista de la Ciudad de Tixtla
Recopilación: Profr. Jorge Sánchez Clelo.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                
 
 

jueves, 5 de agosto de 2010

REGION CENTRO DE NUEVO LEON

SHOTIS, REDOVA, POLKA Y HUAPANGO NORTEÑO.



UBICACIÓN GEOGRAFICA DEL ESTADO DE
NUEVO LEON


El estado libre y soberano de Nuevo León (desde 1824) es uno de los 31 estados que junto con el Distrito Federal conforman las 32 entidades federativas de México.
Al norte colinda con los Estados Unidos de Norte América, al este con Tamaulipas, por el oeste Coahuila y Zacatecas, San Luis Potosí, es su vecino del sur.
Posee una extensión territorial de 64 555 km2, ésta extensión lo coloca en el lugar décimo tercero del país, el estado está dividido en 51 municipios, uno de ellos es Monterrey, su capital.


NUEVO LEON
ALGO SOBRE SU NOMBRE


En el año de 1557 el capitán Alberto del canto, descubrió el valle de la Extremadura, donde hoy está Monterrey, y estableció en el mismo año el pueblo que llamó Santa Lucia.

En 1582 Luis Carvajal y de la Cueva, en lo que fue Santa Lucia, fundó la villa de San Luis Rey de Francia (segundo nombre de lo que ahora es Monterrey).

El 20 de septiembre de 1596, Diego de Montemayor fundo la Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey, en donde había estado Santa Lucia y la villa de San Luis.

Durante la conquista, los españoles nombraron a las tierras del actual estado de Nuevo León como: Nuevo Reyno de León en recuerdo y honor del Reyno de León de España.


BAILES Y RITMOS MUSICALES DE LA REGION CENTRAL DE NUEVO LEON.

De Europa llegaron a finales del siglo XIX y durante la época porfiriana varios ritmos musicales que fueron del gusto de la clase media, la burguesía y la afectada aristocracia. Entre ellos citaremos: el rigodón, las cuadrillas, la mazurka, la contradanza, la galopa, el vals, los lanceros, la redova, el schotís, la polka, etc., ritmos que recorrieron los salones, patios y casinos de nuestro país.
Estos ritmos tenían características muy particulares:


El Rigodón.- Fue un baile popular de la Europa de los siglos XVIII y XIX, introduciéndose en los grandes salones. Se bailó en grupos con un número para de parejas, interpretándolo con sencillas figuras. Sería el principio y la base de la cuadrilla.


La Cuadrilla.- Fue un baile de figuras provenientes de los bailes aldeanos del final del siglo XVIII y luego de gran popularidad en el siglo XIX al introducirse en los grandes salones con un “X” número de parejas por pares, formando un cuadro en cuyos vértices se colocaban éstos.
Enloquecía la vertiginosidad del vals (ritmo que no ha decaído nunca y ha llegado a nuestros días), muy popular en toda Europa, sobre todo el vienés ya que fue probablemente el más famoso de todos los bailes de salón, interpretándolo en parejas individuales, que se deslizaban a través de una serie de vueltas graciosas y en remolino vertiginosamente. En el vals vienés, las parejas giran en una sola dirección. En México, el vals se hace romántico y se ejecuta un poco más lento y con algunos remates. Al llegar a América rápidamente se popularizó y se hizo característico.


Muchos competidores de la localidad compusieron valses que emularon el buen gusto de las diferentes clases sociales, de entre ellos, el vals “Salvador” que hoy hace llorar a nuestros abuelos, bisabuelos y gente de más de 80 años; es como un himno que les recuerda el antaño de sus costumbres, familias, kermeses, saraos, etc., de fines del siglo pasado y principios de éste, recordando estudiantinas de varones, de las damitas (con arpa, violines, mandolinas y guitarras), orquestas de clase media y grandes y refinados conjuntos orquestales, todos regiomontanos.

La Mazurka.- Fue baile popular polaco, con ritmo de ¾, que siendo del gusto de la sociedad en el siglo XIX evolucionó hacia los grandes salones. Este ritmo sin tener los giros vertiginosos del Vals, sí fueron característicos su elegancia, ampulosidad y deslizamientos; de entre las Mazurkas llegadas de Francia, “La Varsoviana” fue el ejemplo típico amén de hacerse muy popular en toda la República.


Como es de entenderse, la Mazurka en la aristocracia se hace presente en las actitudes, meneos y evoluciones sumamente afectadas y sobrias. En la clase media y sobre todo, en el populacho; su interpretación es más libre, fastuosa y sin afectamientos. Los compositores locales de aquel entonces, compusieron varias, pero al respecto de “La Varsoviana”; tuvo características muy singulares en la sociedad regiomontana y en la burguesía y clase media, trascendiendo al populacho, adquiriendo sus modificaciones, todo esto afectó a la sociedad texana que tenía amplios nexos con Nuevo León.


La Contradanza.- Baile de salón proveniente de los bailes aldeanos, también de finales del siglo XVIII, y luego en gran auge en el XIX. Ejecutado por número par de parejas colocadas en dos líneas una frente a la otra, formando complicadas figuras, siendo de gran atractivo y diversión.


Simultáneamente aparecen “Los Lanceros”, que no es otra cosa sino una cuadrilla ceremoniosa y austera hecha para que los militares la pudieran ejecutar y tomar parte en ella danzando con elegancia y distinción, ya que sus movimientos estaban ajenos a cualquier meneo que afectara la autoridad, severidad y compostura propia de los militares.

Todos estos bailes de salón eran pretexto para que señores, damas, jóvenes y señoritas se reunieran en salones y casinos, encabezados por un instructor (muchas veces proveniente de Europa) que previamente reunía a esta gente para entretenerlos, enseñarlos y así aprendían y gustaban de estos bailes para lucirse en los grupos que tomaban parte en aquellas grandes ocasiones sociales y competiciones.

Las danzas y bailes antes mencionados, resultaron del gusto de la sociedad nuevoleonesa, quizá por sus antecedentes raciales y étnicos, adoptaron una característica propia y peculiar, imprimiéndosele un carácter jocoso y ritmo excesivamente marcado, producto de la mofa que el pueblo mexicano que vivió la marginación y prohibición para participar de las fiestas aristócratas realizo hacia los europeos.


La Polka, La Redova y el Shotís, son ritmos que se han considerado como géneros distintivos del norte del país y específicamente de Nuevo León.

LOS RITMOS NEOELONESES

El mas destacado folklorista del estado de Nuevo León, el profesor Jesús Daniel Andrade González (nacido en la ciudad de Puebla de los Ángeles el 27 de septiembre de 1927), documentó cuatro ritmos que fueron los que se aclimataron en tierras mexicanas del norte México, fueron adoptados y adaptados al mismo tiempo, incluso son el resultado de la fusión de dos o más ritmos traídos a nuestro país por los colonizadores europeos. Son bailes que muestran un carácter festivo, de galanteo y como tal, son interpretados y ejecutados en las fiestas de carácter social.


El Shotís
Es una transformación de la antigua danza escocesa, que se ejecutaba en compás de cuatro tiempos al igual que este baile; era bailado de manera diversa, los Ingleses lo bailaban saltando, mientras que los Alemanes lo hacían deslizándose como si valsearan.


Su compás musical hace de sus movimientos un baile suave, elegante, con secuencias elaboradas pero sencillas; es un baile de pareja que se comunica con un contacto directo, bailan frente a frente tomados de la mano y del antebrazo al mismo tiempo.

Entre el repertorio musical del shotis, quizá el más conocido de la región central de Nuevo León es el “Cerro de la Silla” de la inspiración de Antonio Tanguma y entre otros podemos mencionar: Monterrey de mis amores, El pedacito, Mi general Bonifacio, Florecita, etc.


La Redova
Fue un ritmo de la región de la Bohemia, es una amalgama de Vals y Mazurka, se escribe en un compás de 3/4 que aún siendo popular y folklórica, invade los salones de la sociedad, bailándose con más sobriedad en el siglo XIX. Llega a América, se populariza y cae en desuso, pero fue en el gusto popular, en donde encuentra mejor acomodo y proyección.

Al igual que el shotis, es un baile de pareja, con contacto directo, pero a diferencia del shotis la redova tiene una expresión corporal más enérgica, en su interpretación dancística se muestran movimientos más vigorosos donde ya se incluyen algunos zapateos y vueltas con más velocidad que el shotis.
Algunos ejemplos de la redova: San Roberto, Cascada, De China a Bravo, etc.


La Polka
Es original de Bohemia, y llegó con los mercenarios austro-húngaros que llegaron a Nuevo León en la invasión francesa de 1847. Tiene un compás binario, es decir de 2/4.
Danza alta de la región de Bohemia, al pasar a los salones aristócratas, adquiere sobriedad en el siglo XIX y sus característica principal es su compás binario, con ejecuciones de vueltas y sobre todo, el movimiento de punta y talón.


"La Polka en Checoeslovaquia adquiere características que pasan a la polka Autro-Húngara, de ahí a la Alemana, luego a la Francesa. Es muy notable la influencia de los mercenarios austro-húngaros, "Zuavos", y los soldados franceses, en este ritmo que trajeron a Nuevo León".
Destacan en ella, los movimientos de "punta y talón", carretillas, pespunteados y entrecruces rápidos y giros bruscos y marcados al estilo europeo. Todo esto fue modelado por el norteño nuevoleonés, dándole una peculiar característica, por ejemplo: Una polka muy tradicional de Checoeslovaquia, "Clarinetes Calientes”, su melodía es utilizada para bailarla al gusto de Nuevo León, pero a ésta, los músicos le hicieron variaciones y se convirtió en una de las polkas tradicionales nuestras.


Entre las polkas mas conocidas: Evangelina, Aurora, Blanca Nelly, monterrey, etc.


Huapango norteño
Llamado en algunas partes también Zapateado repiqueteado o jarabeado nuevoleonés, por la característica del ritmo antes nombrado, por el estilo y sobre todo, por las pisadas que tiene este bailable.


Musicalmente hay cierta característica que el ritmo de huapango nuevoleonés, defiere del huasteco y es aquí que se interpreta con aire o ritmo binario; armónicamente el bajo sexto tiene una amplia gama de contrapunto singular que adornan a la melodía o melódica repiqueteante del acordeón de botones (o en su fase antigua, el violín norteño), en el caso del violín, hay mucha diferencia con el violín llamado "violín huapanguero" de la huasteca, ya que el norteño de Nuevo León no tiene el juego de articulaciones, y picados, estacato, ni el chicoteo, además el bajo continuo (musicalmente se dice) de contrabajo o "tololoche" acaba de redondear lo característico de la entidad nuevoleonesa. En la melódica cantada (aunque son escasos los huapangos cantados en Nuevo León), no tiene, ni usan, el falsete huasteco, ya que cambiaron el sentimiento característico y se regionalizó.


Regularmente el ranchero de Nuevo León en los bailes pedía al conjunto regional un jarabito o jarabeado o un zapateado repiqueteado, y era cuando los músicos ejecutaban este ritmo, imprimiéndole su carácter su idiosincrasia y su sentimiento; adquiriendo una personalidad musical propia de esta región. De entre muchos huapangos podemos nombrar a:
"De Marín a Zuazua" , "Ruperta" , "Pavido Navido" , "El Lucero" , "El Mezquitón" , etc.
Autores: R. Sáenz, Cruz González de la Garza, Adolfo García, Juan López, E.S. Longoria, C. Ibarra, Tony de la Rosa, Rafael Silva (El Canario), Rogelio Gutiérrez y Antonio Tanguma.
Ejecutantes: R. Sáenz, Juan López, Tony de la Rosa, Rogelio Gutiérrez, Antonio Tanguma, Rafael Silva (El Canario) y otros.

LOS INSTRUMENTOS Y CONJUNTOS MUSICALES


Al hablar de las dotaciones instrumentales en Nuevo León, Raúl García Flores, en las notas que publica en el disco número 29 de la fonoteca del INAH, nos dice:

“ La tipología musical distingue dos campos, cuya diferencia no estriba tanto en el repertorio como en el conjunto instrumental y la técnica empleada el primer campo es el llamado “de rancho”, “de antes” o “de los abuelitos”; este conjunto se caracterizó por el uso dominante de cuerdas: violín, guitarras, bajo sexto, contrabajo o tololoche y hasta los años 50 el arpa. . . Algunas posibilidades de combinación son las siguientes: violín, saxofón y bajo sexto; dos pistones (trompetas), dos guitarras y contrabajo, violín y guitarra o el inmortal conjunto propuesto por los Mier, Montañeses del Álamo, integrado por violín, flauta, saxofón, guitarra y contrabajo. Puede decirse que el conjunto de acordeón y bajo sexto que distingue a la música norteña es una abreviación de la anterior orquesta.


La introducción del acordeón, fruto de la industria extranjera se produjo a principios del siglo XX incorporándose de inmediato a la interpretación regional, si bien su auge se observa hasta la década de los años 40, cuando desplazó a otros instrumentos melódicos. “


ATUENDO TRADICIONAL DE LA REGION CENTRO


LA MUJER
El profesor Daniel Andrade dejó en su obra “Hechos y Testimonios de Nuevo León” , ocho bocetos del diseño del atuendo representativo de Nuevo León para la mujer y los describe de la siguiente manera:
“En la mujer, el vestido guardaba características del municipio donde vivía, pero en general, se componía de dos piezas; falda y blusa. La blusa es de color blanco y se confecciona en tela suave y fresca como el dacrón. La pechera es alforzada (con pliegues) y en la parte superior lleva guipiure (encaje sin malla), el cual también se aplica en el cuello, que es alto. Las mangas son abullonadas (anchas y esponjadas), llevan alforzas en la parte frontal, mismas que nacen en el hombro y van hasta la mitad del antebrazo, pues terminan con puño largo que también deben adornarse con guipiure o espiguilla.
La falda se elabora en casimir, paño de lana, gabardina o poliéster, en colores oscuros o en tonos pastel. Su corte es a base de doce cuchillas con seis pliegues escondidos (pastelones); lleva seis grecas formadas con espiguilla o cinta abarrotada (corrugada) y termina el adorno con grandes botones del mismo material de las grecas. Debe cuidarse la disposición de los colores en la confección del traje.
El traje se acompaña con botas o zapatos que pueden ser de color blanco o negro.
La bailadora lleva en su cabeza un peinado en forma de cebolla y dos peinetas de cada lado”.



EL HOMBRE.
El profesor Daniel Andrade dejó en su obra “Hechos y Testimonios de Nuevo León” , dos bocetos del diseño del atuendo representativo de Nuevo León para el hombre y los describe de la siguiente manera:
En el caso del varón, usa su "texana" (sombrero de fieltro fino), pantalón de dril o casimir de colores caqui, gris o café y calza botín, camisa blanca, la cual podía ser también de dril en dos colores o a cuadros, su imprescindible paliacate o mascada fina anudada al cuello para protegerse del sudor, porta con orgullo su "cuera" de gamuza, gamucina o carnaza, de largos y angostos flecos por la influencia de las incursiones "apaches" y como un adorno singular, ancho cinto con hebilla o gran hebilla cincelada de plata, acero y cobre o plata y oro.
Aparte de la "texana" de fieltro se usó la "guaripa" de lona engomada o barnizada, y por la región de Galeana y Linares se acostumbró un sombrero que lo surtían de San Luis Potosí a principio del siglo, que le decían de "tule", y usaban un pantalón semejante al caporal con una aletilla y una camisa semejante al tipo filipina con alforza y tarugo, botín fuerte ranchero.

CONCLUSION
Es indiscutible la limitada información que se puede recopilar sobre bailes que ya están en desuso (a diferencia de los ritmos que aun están vivos) y aunque es muy valiosa la información que nos dejo el profesor Jesús Daniel Andrade González, también encontramos trabajos que realizan los maestros de danza de nuestros días, inyectados con una buena dosis de creatividad e innovación y en muchos casos, seguramente, con nueva información digna de creerse; lo que puede resultar complejo es lograr discernir la información para encontrar la diferencia entre lo tradicional y lo creativo en el caso de los bailes de la región central de Nuevo León.
Es necesario brindar a la juventud que se acerca al maravilloso y extenso mundo de la danza tradicional mexicana, los elementos que le permitan analizar, valorar y formarse un criterio propio sobre lo que baila, pero sobre todo mostrarles el camino por donde pueden iniciar su propia búsqueda.
PROFESOR JORGE SANCHEZ CLELO


BIBLIOGRAFIA

Montes jóvenes sobre la antigua llanura
Monografía estatal SEP

HECHOS Y TESTIMONIO DE NUEVO LEON
Jesús Daniel Andrade González
Escuela de Artes Escénicas
Universidad Autónoma de Nuevo León.

DANZAS Y BAILES
Francisco Javier Sánchez López

DISCOGRAFIA
Tesoro de la Música Norestense
Fonoteca del INAH vol. 29
Notas de Raúl García Flores

INFORMANTES:
Profesor Jaime Guerrero Hernández
Profesora Lorena Guerrero Hernández

XXII CONGRESO DE LA A N M D P M AC.
NUEVO LEON 1994

RECOPILACION
PROFR. JORGE SANCHEZ CLELO



jueves, 13 de mayo de 2010

DANZA DE TECUANES

AMATITLAN DE AZUETA, ACATLAN DE OSORIO, PUEBLA.




PRESENTACIÓN



Al pensar en la investigación y montaje de la danza de TECUANES, fueron tres los objetivos que me propuse alcanzar:


El primero, conocer más sobre las danzas poblanas; no podemos restarle mérito ni belleza a las danzas del resto del país, pero si podemos darle el lugar que merecen las danzas de nuestra entidad.


El segundo, combatir el concepto de que sólo aquellas danzas que muestran un alto grado de dificultad en sus pasos y coreografía, una gran inversión en vistosos atuendos con pedrería y pluma, o con grandes dotaciones instrumentales son dignas de mirarlas y extraerlas del pueblo para darlas a conocer.


Y el tercero, sensibilizar a la juventud poblana y motivarla para despertar en ella el interés por la cultura estatal y a partir de ella mirar hacia las expresiones de nuestra nación.


La danza de tecuanes de AmatitlÁn de Azueta, junta auxiliar del municipio de Acatlán de Osorio, goza de un gran valor cultural y tradicional; Don Alfonso López Márquez y su grupo de danza de Tecuanes, guardianes del conocimiento y la expresión cultural del sur del estado de Puebla, nos brindan su amistad y conocimiento para presentar: La marcha, El punta pie y El corral.




Profr. Jorge Sánchez Clelo.


UBICACIÓN GEOGRAFICA DEL ESTADO DE PUEBLA

El estado de Puebla es una de las 32 entidades federativas que integran la república mexicana, se localiza en la parte centro-este del territorio Mexicano.

El estado de Puebla tiene una superficie de 34 072 kilómetros cuadrados, ocupando así el lugar No. 21 en extensión.

Colinda al norte y este con el estado de Veracruz, al sur con Oaxaca y Guerrero y al oeste con Hidalgo, Estado de México, Tlaxcala y Morelos.

Al igual que el resto de los estados de la República Mexicana, el estado de puebla se divide en municipios y cuenta con 217, de los cuales Acatlán de Osorio es uno de ellos.


MUNICIPIO DE ACATLAN DE OSORIO


Está situado a 1,200 metros sobre el nivel del mar a los 18 grados, 11 minutos 30 segundos Latitud Norte, y a los 98 grados 2 minutos 30 segundos Latitud Occidental del Meridiano de Greenwich.

Acatlán se ubica en la llamada Mixteca Poblana, que a su vez es parte de la llamada mixteca baja y de todo ese señorio llamado MIXTECAPAN.

El líder y gobernante del MIXTECAPAN era Mistecatl, y debido a su nombre, se le llamó a toda la tierra que él gobernó “ Mistecapan” derivando con el paso del tiempo a Mixteca.

El nombre original de lo que hoy conocemos como Acatlán, fue: Yuta Tixaa, o Yucu Yuxi.

La historia prehispánica de Acatlán se liga con la de los Aztecas, ya que invadieron el “Mixtecapan” y dejaron la influencia de su cultura y de su lengua; la palabra ACATLAN está formada por dos voces de origen náhuatl: ACATL, que significa caño o carrizo, y la terminación TLAN, que quiere decir: Junto o cerca; por lo que la palabra ACATLAN, atendiendo su etimología es “Lugar situado junto o cerca de caña o carrizo.”

Acatlán fue nombrado Villa el 16 de abril de 1847, llamándole oficialmente, “Villa Franca de Acatlán,”algunos textos señalan que fue elevada a la categoría de ciudad por Decreto de 31 de marzo de 1883, y otros indican que fue el día 3 de Abril de ese mismo año, siendo Gobernador Constitucional del Estado el Sr. General de División Don Juan N. Méndez.

Se le conoce con el nombre de Acatlán de Osorio; en memoria del Sr. Coronel Don Joaquín Osorio, que sucumbió al golpe de las balas del partido conservador, en la guerra de Reforma, en un lugar conocido con el nombre de: “Loma del Comal”.

Actualmente, la ciudad de Acatlán, Pue., es cabecera del municipio del mismo nombre. Se localiza al sur del estado de Puebla a 154 kilómetros, de la capital del estado. Su principal vía de comunicación es la carretera intercontinental México-Oaxaca-ciudad Cuauhtémoc.

También se conoce con el nombre de Acatlán a un extenso distrito que se localiza en la parte sur del Estado de Puebla y está considerado como pórtico de la Mixteca Poblana, está limitado al Norte por el distrito de Tepexi de Rodríguez; al Sur y al Este por el estado de Oaxaca y el Este por los Distritos de Izúcar de Matamoros y Chiautla de Tapia.


Este Distrito Judicial, es a la vez Distrito Fiscal y forma parte del noveno Distrito Electoral del Estado.

El municipio de Acatlán cuenta con varias juntas Auxiliares: Boquerón, Garzones, Hermenegildo Galeana, La Huerta, San Bernardo, Llamacingo, Olomatlán Y Amatitlan de Azueta.

Amatitlán de Azueta se localizada a 5 kilómetros de la ciudad de Acatlán siguiendo la carretera Acatlán - Puebla.

Según su etimología, la palabra Amatitlán se traduce como: “lugar de amates” y la asignación de Azueta se le agregó en honor al teniente Azueta. En esta junta auxiliar vive aún una combinación de manifestaciones musicales, dancísticas y de artes plásticas que dan vida a la danza de tecuanes.


DANZA DE TECUANES


En Amatitlán de Azueta como en la mayoría de las juntas auxiliares de Acatlán se baila la danza de TECUANES conocida también como TECUANIS.

En toda la región de Acatlán se le conoce y reconoce a don Alfonso López Márquez (Ponchito) como el músico y maestro de danza más viejo de los tecuanes y como maestro de la mayoría de los músicos que acompañan a otras cuadrillas de danza de tecuanes.


DON ALFONSO
(PONCHITO)
MÚSICO Y MAESTRO DE LA DANZA DE TECUANES
EN AMATITLÁN DE AZUETA

Lugar de nacimiento: Amatitlán de Azueta
Nombre: Alfonso López Márquez
Fecha de nacimiento: 13 de FEBRERO de 1936
Año en el que se inició como danzante: 1942
Año en el que se inició como músico: 1944
Año en que como músico se hace cargo de la danza de tecuanes en Amatitlán de Azueta: 1947
Su maestro de música: Sr. Matías Orta


ANTECEDENTE DE LA DANZA DE TECUANES


El origen de la danza de tecuanes es ubicado por muchos antropólogos, sociólogos y etnomusicólogos en la época prehispánica, para ser precisos dentro de la cultura Olmeca. Esta afirmación parece tener sustento, pues es por todos conocido el respeto y la veneración que los Olmecas manifestaban hacia el jaguar, aunque en ninguna cuadrilla de tecuanes se le llama así al felino que acompaña la danza, todos conocen a este personaje dentro de la danza como el tigre.

Los olmecas fueron los iniciadores del culto a los dioses de la tierra, del cielo, de la lluvia, de la astrología y de los fundamentos del calendario. La cultura Olmeca es sin duda, madre de otras culturas como la maya, la teotihuacana, la zapoteca, la de Tajín y otras”.

El tigre era el animal totémico que se encontraba espiritualmente impregnado en el pueblo Olmeca, en múltiples facetas. Llegó a ser una deidad bifurcada en la vida y en la muerte, principio dual en el ciclo de Ometéotl, ubicado en Omeyocan, lugar de la dualidad. (Concebíase la anterior dualidad como unión de opuestos como la vida y muerte, la cual se unían en una sola entidad).

En el sitio Olmeca que los investigadores denominan el “Área metropolitana”, (zona situada entre el Este del estado de Tabasco y el sur del estado de Veracruz) sobresalen los monumentos siguientes: Tres Zapotes, Laguna de los Cerros, San Lorenzo y La Venta. Los objetos más arcaicos de la cultura Olmeca fueron localizados en la costa o en los valles de las laderas de Oaxaca y Guerrero… alcanzando un desarrollo máximo alrededor de Tres Zapotes, La Venta, y siguiendo hacia Chiapas y Guatemala.

La conexión geográfica de Acatlán, con la zona Olmeca de Guerrero, es natural y riman con la misma sustancia cultural siendo ambas tierra del tigre y del sol.

Acatlán tiene impregnada la “danza del tigre” en su misma vida, quizá porque esa danza es la “poesía muda” que es parte de la vida del mixteco del Sur de Puebla.

La influencia Olmeca quedó plasmada en una amplia zona donde se venera al tigre (ocelotl) de diversas maneras y es personaje central en varias danzas como . . . .

Los Tepejuanes: estado de México.

Tlacololeros: Guerrero.

Tejorones: Costa Chica de Guerrero y Oaxaca.

Los Mechudos: San Pedro Ocotépec, Oax.

Líseres: Veracruz.

Combate de los tigres: Zitlala, Guerrero.

Kalalá: Suchiapa, Chiapas.


UNA LEYENDA SOBRE EL ORIGEN DE LOS TECUANES

Según los datos que nos brinda don Alfonso López Márquez, ésta danza se baila desde tiempos prehispánicos, la presencia de la flauta de carrizo, el tambor y el ocelotl valida en un alto porcentaje su teoría, aunque a la leyenda que nos cuenta la ubica por el año de 1800. Se dice que el pueblo mixteco vivía compartiendo territorio con los tigres, estos felinos con frecuencia atacaban al ganado y llegó el momento en que empezó a atacar a niños y ancianos; entonces el pueblo se empezó a preocupar y alarmados, se reunieron para planear la forma de acabar con los tigres.

Fueron los HUEHUES de la comunidad, es decir, los más viejos, quienes coordinaron las actividades y organizaron al pueblo, especialmente a sus hijos, para atrapar y dar muerte al tigre, todos depositaron su confianza en esos huehues “EL VIEJO LUCAS Y EL VIEJO MORANCHI”

Hijos del huehue Lucas

Netxahuacalcatla, Cuateconzingo, Tehuaxtla, Tecacoxatl, Tecama,Tlalotl, Cocomoxco, Xoxuacapa, Xiltepetla, Xantoxtla, Xixinca, Temomoxtle, Chipixtla, Temaxtle, Teopexquio, Comalpaxtle, Texoquipan, Quequexqui, Momoxco.

Hijos del huehue Morahuichi o Moranchi

Teconchi, Metlacuey, Temoxtelaco, Copaxcoya, Tomaxatlaco, Paxapa, Xicalpépetl, Xihuehue, Xicatitla, Nahuapan, Tlaxuilolco, Ohuaxtla, Tepezohuale,
Xixicoxapa, Xalcatla, Xahuitxatla, Teconcuayo.

Los huehues o viejos quienes encabezaban sendas tribus, se distinguían por el sombrero de palma con ruedo amplio y adornado de piedras raras o de lengüetas de carey.

Para defenderse o para cazar, manejaban aguerrida y magistralmente el arco, la flecha, una vara larga que terminaba en punta de piedra de obsidiana y filo cortante; no encontraban la forma de hacer frente a la amenaza y al ataque mortífero de esos animales devoradores; eran una amenaza constante y aniquiladora.

Acordaron inteligentemente acabar con los tigres diseñando tres trampas.

1. A la primera le dieron el nombre de “Trampa lobera” la cual consistía en realizar unas excavaciones; sobre ellas colocarían una especie de petate con varas delgadas y frágiles; cercarían los fosos con corrales hechos de ramas verticales en forma de estacas enterradas y cada rodeo tendría un solo ingreso; en el fondo de esa excavación colocarían un pequeño cabrito. Los tigres al mirar el cabrito entrarían al ruedo y necesariamente caerían en el fondo del pozo.


2. Al comprobar los dos huehues que el mencionado ardid no era suficientemente seguro, idearon el segundo. Abrir un camino entre la maleza de la montaña y, abriendo el paso, llegaremos a la madriguera de los tigres; estando frente a ellos, sin piedad les daremos muerte. Y sólo así podremos evitar tanta mortalidad de nuestros ganados. Para abrir ese camino, los huehues mandaron a todos sus hijos a laborar en el plan acordado y suplicaron a sus dioses que los protegieran y libraran, sobre todo, de las feroces fieras, pero resultaba muy arriesgado entrar a los dominios de los tigres.

3. A otro acuerdo llegaron por fin, acercar a un cordero que sirviera de carnada para que los tigres salieran de sus madrigueras y así poder darles muerte, pero el cordero no fue lo suficientemente rápido y fuerte para salir y los tigres se lo comieron, entonces enviaron a una vaca que era mucho más fuerte que el cordero pero también murió en las garras de los tigres, hasta que por fin se ofreció una perra a la que le llamaron “capachichona” (la que busca vida a través de la muerte) y ella sí logró sacar al tigre de las montañas llevándolo hacia los viejos, sus hijos y el resto del pueblo, quienes logran capturarlo y darle muerte.

Después de acabar con el tigre se realizó un gran festejo con música y danza, naciendo así la danza de tecuanes.

Y aunque resulta difícil ubicar el lugar de origen de la danza se dice que la danza de tecuanes se vio por primera vez en el Rancho del Guayabo, perteneciente al pueblo de Tehuitzingo, fue impulsada por los hermanos Xoloxctli quienes trajeron un maestro de esta danza del pueblo de Tepozótlan quien dejó las danza en ese lugar.

Otra versión afirma que el 15 de febrero de 1870, entre el vecindario de la Sección de San Rafael, en Acatlán, se formó una Compañía de acróbatas, que por primera vez trabajaron gratuitamente inaugurando el baile de los “Tecuanis”. El maestro instructor, de apellido Tlatelpa, era de Chinantla”.

El Sr. Jiménez Ariza, en 1975, afirmó a un relator lo siguiente:

“La Danza de los tecuanes fue conocida en el barrio de San Rafael en Acátlan, Pue., el 24 de Octubre de 1888”.

“Desde tiempos muy antiguos, se hace este baile en el pueblo, en el barrio de San Rafael, antes, los meros viejos que sabían la danza, de que yo me acuerdo eran don Manuel Palacios, don Luis Reyes y don Irineo Olmedo, ya difuntos”; Después, don Fidencio Arriaga fue el comisionado para dirigir la danza, sus compañeros de danza, ya todos difuntos, fueron don José María Espinosa, don Ambrosio Olmedo y don Tranquilino Olmedo, yo empecé a bailar en 1904. Él nos enseñó todo lo relativo a este baile a mi y a mis compañeros: Donaciano Guerrero, Juan Flores, Ignacio Flores y otros más…”


ALGO SOBRE EL NOMBRE DE TECUANES


Es común encontrar a esta danza con algunas diferencias en el nombre ocasionadas por la traducción e interpretación que se le ha dado a esta palabra, así tenemos que:

Debe escribirse “Thecuani” y que significa “Bestia que come gente”.

Siguiendo la opinión del profesor Bertoldo Vázquez, músico y maestro de la danza en Piaxtla, Pue., la palabra correcta sería Tecuani que significa “Fiera”, aludiendo indistintamente a un tigre, a un lobo o a cualquier otro animal feroz.

En la lengua náhuatl, “Thecuani”, según Guillermo Ortiz de Montellano (muy distinguido nahuatlahto) significa “El que come gente”. Las partículas componentes de esa palabra, son las siguientes: “The”, “el que”, complemento de persona indefinida; “cua”, “comer” y, “-ni”, “el que ejecuta la acción”, es decir, “Thecuani” es lo mismo que “El que come”.

El Diccionario de la real academia española define a la palabra tecuàn de la siguiente manera.
tecuan. (Del nahua tecuani, fiera). m. Hond. jaguar. 2. Méx. Animal salvaje. De esta definición se resalta que en Honduras la palabra tecuan significa “JAGUAR”, que es precisamente el felino que los Olmecas veneraban.

Según la información que aporta don Alfonso en Amatitlán de Azueta se debe pronunciar tecuan y significa “viejo”, si recordamos la leyenda, son el viejo Lucas y el viejo Moranchi quienes organizan a sus hijos para lograr la captura del tigre, al mencionar la palabra en plural se dice TECUANES, es decir VIEJOS.

Al parecer todas las opiniones tienen un punto de apoyo sólido y con fundamento, en mi opinión la diferencia entre tecuan o tecuani solo obedece a una variante dialectal de la lengua nahuatl, pues los elementos de la danza, su música, sus instrumentos musicales, atuendos, máscaras y utilería son las mismas; En Amatitlán de Azueta, junta auxiliar del municipio de Acatlán se Osorio, de donde extraemos la danza, se le conoce como DANZA DE TECUANES.

LA MUSICA DE LOS TECUANES

La música de la danza de tecuanes es ejecutada por un solo músico que al mismo tiempo que hace sonar a una flauta de carrizo con la mano izquierda, con la derecha percute un tambor de doble parche que esta suspendido de la mano izquierda o que en algunos casos esta sujetado con una correa que el músico coloca al rededor de su cuello para cargar el tambor y sólo lo equilibra con la mano que sujeta a la flauta.

La flauta corresponde al grupo de los llamados instrumentos aeròfonos, de aliento, su mecanismo de funcionamiento requiere de soplar a través de una boquilla con lengüeta, llamada también espiguilla, elaborada con un fragmento del mismo carrizo.

Los sonidos se logran al abrir o cerrar los orificios de obturación localizados en la parte inferior, aumentando o disminuyendo así la presión del aliento dentro del tubo; cada flauta tiene un sonido particular que depende del largo del carrizo, de su grosor y del ancho de los orificios de obturación .

Con mucha frecuencia a este tipo de flautas se le identifica como “flauta trifónica”, pero al conocerla, escucharla y sobre todo al ejecutarla, se palpa de inmediato la equivocada aplicación del nombre si lo tomamos literalmente:
TRI = TRES, FÓNICA DERIVA DE FONO, es decir SONIDO, al unir las dos traducciones tenemos . . . . tres sonidos, pero este maravilloso instrumento alcanza a repetir toda la escala musical en más de dos ocasiones.

Actualmente el tambor que utiliza la mayoría de los músicos de esta danza es de confección comercial que se adquieren en las tiendas que venden artículos militares, los músicos lo decoran “con los colores del tigre”, es decir, todo el cuerpo o cilindro del tambor se pinta de color amarillo y con color negro se dibujan las manchas que hacen referencia al tigre.

Originalmente el parche del tambor era de piel de chivo o de algún otro animal de la región, en nuestros días es común encontrar que los tambores usan parche sintético, mismo que al ser percutido con una baqueta que tiene la punta forrada de tela y piel, produce un sonido más grave y característico de las danzas de tecuanes de la región de Acatlán de Osorio.

La estructura musical consiste en una sencilla frase integrada de dos partes que se repiten continuamente mientras dura el Son, que en el caso de la danza de tecuanes se conoce como BAILETE. La duración de los bailetes depende de la cantidad de danzantes que estén integrados a la cuadrilla y es directamente proporcional, es decir, a mayor número de danzantes, más tiempo de duración.

Los sonidos de la flauta, el tambor, los cascabeles, el zapateado y los gritos, se integran para dar vida a la música de la danza de tecuanes.

En Amatitlán de Azueta la danza está integrada de 36 bailetes algunos de ellos son:

La Marcha, el son de Cruzado, los “Hombros”, Corte de caña, las Rodillas, la iguana, la liebre, el Corral, el sembrador o punta pie, etc.


EL ATUENDO DE LOS TECUANES


El sombrero que utilizan varía ligeramente de acuerdo a la categoría del danzante. El sombrero de los dirigentes, EL VIEJO LUCAS Y EL VIEJO MORANCHI, es más grande que los sombreros del resto de los danzantes y tiene copa corta; los demás, la tienen alargada y remata en una cola que cuelga en la parte posterior del sombrero, cuyo rabo va alargándose de acuerdo a la supuesta edad del thecuani, de la punta de esta cola penden listones de colores y cascabeles, el sombrero de todos los danzantes es adornado con un listón ancho, generalmente en color rojo, en el que escriben el nombre de la comunidad de donde es originaria la cuadrilla o en el caso de los viejos escriben su nombre; la razón por la que los tecuanes o tecuanis usan cola en el sombrero es para recordar que son los hijos de los dirigentes, es decir, son sus colas. Para elaborar los sombreros usan palma que adquieren en Ahuatempan, Chila y de otros sitios altos. Humedecen la palma para poder realizar el tejido del sombrero, este está compuesto de tres partes principales: faldón, copa y cola.

El atuendo de los danzantes es un traje de vestir en color negro, es decir integrado por saco y pantalón. Este atuendo básico lo utilizan como mofa o burla hacia la gente de la alta sociedad, diciéndoles con esta forma de vestir que se divierten “a costillas de los catrines”.


Otra opinión dice que la burla era dirigida a los caporales, por su vanidad y prepotencia en el trato a los peones aun cuando eran de la misma clase social.

El saco llamado también “chamarra” es adornado con flecos de articela, listones de variados colores que se colocan en forma de moños que son acompañados de cascabeles, también utilizan la espiguilla generalmente en colores verde, blanco y rojo que delinean la parte inferior del saco o los puños de las mangas. El elemento decorativo más utilizado es la lentejuela, la utilizan para crear figuras como: cruces, flores, mariposas, rombos, letras y con ellas nombres de los danzantes o de la comunidad de donde procede la cuadrilla. La cantidad de adornos depende directamente de la capacidad económica y creativa de cada danzante.

Bajo el saco incluyen una camiseta de color blanco que puede estar adornada o carecer de detalles.

El pantalón es adornado con los mismos motivos del saco, en la parte lateral esta adornado con espiguilla, lentejuela, moños hechos con listón y cascabeles; en la parte interna de cada pierna, desde la parte baja de la rodilla hasta abajo, dejan una abertura que permite que el pantalón se abra mientras los danzantes realizan sus evoluciones.

El calzado de todos los participantes de la danza es el huarache propio de la región, el llamado huarache cruzado, elaborado con correas de piel y suela de cuero colocada sobre una suela de hule de llanta, llamado hule de avión, aunque actualmente en muchos casos están descuidando este elemento y con frecuencia se les ve danzar con zapato de vestir o zapato deportivo.

LA MASCARA

En la mayoría de las danzas es común encontrar el uso de máscaras, elementos que transforman al danzante, que en muchos casos los elevan a otra dimensión y que con frecuencia le transmiten ciertas cualidades y características del personaje que la máscara representa .

Dentro de la danza de tecuanes se presentan varios tipos de máscaras, la de las seis figuras: EL DIABLO, LA MUERTE, LA VACA, EL PERRO, LA BRUJA, EL TIGRE Y SIN FALTAR LAS BARBADAS MASCARAS DE LOS TECUANES.

Estas máscaras son elaboradas por artesanos locales como el Profesor Braulio Hernández López; la materia prima es el tronco del árbol llamado zompantli o del árbol llamado Pipi, son maderas muy suaves, ligeras y fáciles de trabajar.

LA COREOGRAFIA DE LA DANZA DE TECUANES

La coreografía guarda las características de las danzas de origen prehispánico se baila en cuadrilla, es decir en dos filas, al frente de una de ellas se encuentra el VIEJO LUCAS y al frente de la otra se ubica el VIEJO MORANCHI, detrás de ellos se colocaran sus respectivos hijos; sobre este diseño se tejen los cruces que marca cada bailete, hasta lograr que los capitanes o viejos lleguen justo al extremo opuesto del lugar donde iniciaron, en ese momento el viejo Lucas y el viejo Moranchi agitan su bandera en señal de que el bailete ha terminado, este es un detalle poco común, pues en la mayoría de las danzas los capitanes indican el final del son cuando han regresado a su lugar inicial.

LOS VIEJOS DE LA DANZA O FIGURAS

Estos son seis personajes que intervienen en la danza: la muerte, que es aliada de los tecuanes en el intento por matar al tigre, la bruja que representa al curandero del pueblo, el diablo representa al mal, la vaca es quien fue utilizada como carnada para atraer al tigre y poder capturarlo, la perra que fue quien logró engañar a la fiera y el tigre, personaje central de la danza y quien tiene la mayor jerarquía dentro del grupo de danzantes, además de ser el más hábil en la ejecución de los pasos y coreografía.

EL TIGRE

El tigre porta un traje amarillo de una sola pieza salpicado de manchas negras imitando a las del océlotl o tigre feroz y una máscara amplia semejante a la de ese felino. Además, agita un látigo o chirrión para organizar, defender y alentar a los tecuanes. El tigre u ocelotl es el alma de la danza, entre los danzantes inspira respeto y temor, es el más hábil para bailar y para manejar el látigo, chirrión o chicote. Se encarga de corregir a quienes están fuera de su alineación o a quienes no están danzando con energía y entusiasmo, si en algún
momento de la ejecución de los bailetes es necesario que un danzante salga de la fila por alguna lesión, el tigre es capaz de cubrir ese lugar pues conoce todos los sones, o en su defecto puede ordenar a otra figura para que cubra el lugar vacante.


LA MUERTE

Este personaje o figura es aliado de los tecuanes en la captura del tigre pues la intención es matarlo para evitar que siga haciendo daño, aunque dentro de la danza también es rechazada por los tecuanes por el temor que sienten de que se pueda llevar a alguno de ellos.

LA VACA

La vaca fue utilizada como carnada para atraer al tigre, para sacarlo de su hábitat y se facilitara su captura, pero no pensaron en que la vaca era pesada y lenta, fue alcanzada y devorada por el tigre.

EL DIABLO

Cuenta la leyenda que cuando los hijos del viejo Moranchi y del viejo Lucas salieron a cazar al tigre, se les apareció el diablo y provocó riñas, discusiones y todo tipo de pleitos entre ellos, disfrutando así de su maldad, fue tan grande el impacto que causo que decidieron incluirlo como personaje dentro de su representación de la casería del tigre.

LA BRUJA

Entre los mixtecos como en todas las culturas indígenas de México, existieron los magos, brujos, hechiceros o curanderos; para la captura del tigre era necesario contar con uno de ellos, pues el tigre lastimó a varios de ellos en su intento por capturarlo y la bruja se hacia cargo de brindarles auxilio y atención para sanar sus heridas.

LA PERRA

La perra “capachichona”, representa a la agilidad, rapidez e inteligencia, es quien fue enviada como carnada para atraer al tigre después del intento fallido de la vaca, logra sacar al tigre de su territorio para que por fin lo pudieran capturar los tecuanes.


ACTITUD DE LA DANZA

La actitud de los tecuanes al bailar es grotesca, es una danza que tiene como objetivo ASUSTAR. En una plática con don Alfonso mencionaba “las máscaras de los tecuanes deben ser grandes y feas para que asusten, si no asustan entonces no son tecuanes”; y efectivamente, dentro de los bailetes es común ver al tigre cruzandose entre la cuadrilla, provocando la reacción inmediata, gritos y ademanes para asustarlo y correrlo o ahuyentarlo del lugar como lo hicieron alguna vez (según la leyenda) para que no atacara a sus animales en los corrales. Estos gritos son permanentes sin que sean simultáneos, cada danzante gritará como él lo siente y en el momento que lo crea conveniente.

El zapateado es enérgico, su expresión corporal es holgada y encorvada, con movimientos propios e individuales, no militarizados como sucede por ejemplo con la danza de matlachines de Aguascalientes en la que todos los danzantes ejecutan sus movimientos perfectamente bien coordinados y precisos; sus movimientos corporales y coreográficos son acompañados de brincos, gritos y rugidos de manera permanente.

Las figuras son las encargadas de abrir espacio para que los tecuanes puedan realizar sus evoluciones libremente, para ello se valen de bromas que asustan a los espectadores, brindan el auxilio necesario para reparar un huarache, componer las amarras de las máscaras o sombreros y para hacer la parte cómica de la danza haciendo reír a quienes observan la danza.

Muerte del tigre.

La danza concluye con la muerte del tigre, al morir, es descuartizado y distribuido entre la población simbolizada por los thecuanis.

El bailete de la muerte del tigre, contiene tres cambios inconfundibles:

* Invita a los danzantes a ir a la limpia del camino que despejarán entre la montaña.

* Los danzantes simulan cortar y recoger ramas, palos, breña, ramas de casahuate, palo blanco, pepicha, tlapanchi, etcétera. Nadie flojea, hay actividad.

* Los danzantes arman dos filas, se ponen en cuclillas para ver y mirar la caída del tigre en la trampa.

Concluido el bailete de la muerte, la muerte y el tigre danzan juntos, danzan rodeando a las dos filas encabezadas por el Viejo Lucas y el huehue Moranchi.

Se prepara la emboscada. Cubierta la boca del foso con las ramas y hojarasca susodichas, todos danzan regocijadamente. Inician el rito, primero los dos huehues; luego de dos en dos, los hijos de ambos huehues; al final los dos pequeños, el Xocoyote y el Teteaxca. Al danzar, acercan al hoyo un tigrillo estofado al que le quitan las vísceras y demás entresijos y lo llenan de trapos o estopa. En la época actual en la que ya no hay tigrillos, llevan al hueco de la trampa coyotes, zorrillos, cacomixtles o al animal que rellenan con estopa como hacían en años pasados.

Nuestros abuelos y tatarabuelos creían que haciendo los actos mencionados se transformaban en “titaxqueli”, es decir, poderosos, afortunados y perdurables.

Preparada totalmente la trampa, el tigre pasa varias veces sobre la enramada de la fosa. Y cuando cree conveniente y oportuno, el huehue Moranchi manda que el ozélotl caiga en la trampa.

Todos los thecuanis, al caer el animal en el foso, agitan sus manos y lanzan gritos de alegría.

Los huehues dialogan y se ponen de acuerdo. Descuartizan al tigre y lo reparten entre los hijos, principiando por la cabeza del animal y terminan con los pies. Distribuyen las raciones de carne, designando a las personas afortunadas.

1. La cabeza para doña “Teresa”
2. Los ojos para los “Flojos”
3. Las orejas para las “Viejas”
4. La trompa para las “Broncas”
5. Los dientes para los “Parientes”
6. La lengua para las “Rengas”
7. El pescuezo para los “Presos”
8. Los brazos para los “Flacos”
9. El pecho para don “Lencho”
10. Las costillas para las “Tortillas”
11. El corazón para “Sansón”
12. El bofe para don “Onofre”
13. La asadura para el “Señor Cura”
14. Las tripas para la “tía Lipa”
15. Los riñones para los “Mirones”
16. La cola para la “tía Bartola”
17. Las piernas para las “Tiernas”
18. Las patas para las “Chatas”
19. Los dedos para “don Lelo”
20. Las uñas para las “Concuñas”
El cuero para los “Thecuanieros”



FECHAS EN QUE SE BAILA LA DANZA DE TECUANES

En Amatitlán de Azueta la danza se presenta con especial fervor el día 13 de junio en honor a San Antonio de Padua, pero también se le puede ver el 12 de diciembre o en cualquier otra fecha que el grupo de danzantes sea invitado para acompañar a una procesión o peregrinación, levantada o acostada del niño Dios, y ocasionalmente bailan cuando reciben a algún visitante distinguido.


CONCLUSIÓN

Los objetivos planteados al iniciar este trabajo serán alcanzados no en el momento de hacerse acreedor a un premio, cualquiera que sea como resultado de un concurso, sino en el momento de descubrir que la danza de TECUANES y la región en la que se conserva, existe en la mente y corazón de quienes la observaron en su ambiente natural, de quienes la hicieron suya conociendo su música escuchando a don Alfonso López Márquez, de quienes son capaces de entender que la danza evoluciona constantemente, de quienes son capaces de agradecer el haberla conocido, de quienes fueron capaces de amarla a través de la observación o del movimiento corporal, el lenguaje de los admiradores de la danza tradicional Mexicana.

Jorge Sánchez Clelo.


BIBLIOGRAFÍA

PUEBLA
HISTORIA Y GEOGRAFIA
SEP

DANZA DE LOS TECUANIS EN YUCU YUXI
SENEN MEXIC
MUNICIPIO DE ACATLAN

CIEN AÑOS EN LA HISTORIA D UN PUEBLO
CORRO ARENAS DANIEL
AYUNTAMIENTO MUNICIPAL 1983

Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

INFORMANTES:
PROFR. BERTOLDO VAZQUEZ REYES
MUSICO Y MAESTRO DE DANZA DE TECUANES EN PIAXTLA, PUEBLA.

PROFR. VICTOR MARROQUIN CRISTÓBAL
INVESTIGADOR Y MUSICO DE LA DANZA DE TLACOLOLEROS DE CHICHIHUALCO, GUERRERO.

LOS INSTRUMENTOS MUSICALES EN MÉXICO
JAS REUTER

SR. ALFONSO LOPEZ MARQUEZ
MUSICO Y MAESTRO DE LA DANZA EN AMATITLAN DE AZUETA, ACATLAN, PUEBLA.

SRITA. MARIA ELENA LOPEZ
CAPITANA DE LA DANZA DE TECUANES DE AMATITLAN DE AZUETA.

RECOPILACIÓN:
VISITAS DE CAMPO: 1997-1998- 1999- 2005-2006
GRABACIONES DE AUDIO (ENTREVISTAS Y MÚSICA)
ADQUISICIÓN Y EJECUCIÓN DE INSTRUMENTOS MUSICALES (FLAUTA Y TAMBOR)
PROFESOR: JORGE SÁNCHEZ CLELO